Comenzamos el día con un super
desayuno para coger fuerzas suficiente porque nos esperaba un día lleno de actividades.
En primer lugar, fuimos al
castillo donde saltamos muy, muy alto.
A continuación, el
rocódromo nos esperaba, allí había que escalar.
Después, con mucho ritmo, al
karaoke marchamos en fila subiendo escaleras.
Aprendimos qué era eso de la
cerbatana y cómo se usaba.
También, había espectáculo de
magia con trucos muy cucos.
Nos convertimos en cocineros para hacer una
pizza, ya había un poco de hambre.
Y por último,
cuentacuentos en la biblioteca.